"Cerramos la Cuaresma"
Hola chicos. Les proponemos que se dediquen este rato para ustedes. Les recomendamos que busquen un lugar en donde puedan estar cómodos, tranquilos. Busquen una hoja y un lápiz, y cuando estén, ¡arrancamos!
Oración inicial
Señor Jesús, al reunirnos en tu nombre te rogamos ilumines nuestra inteligencia con la luz del Espíritu Santo, para discernir lo que es recto, aceptar lo que es bueno y descubrir la voluntad del Padre sobre nosotros. Concedenos tu gracia para expresar con sencillez y claridad nuestro parecer, y escuchar con espíritu abierto el pensamiento de los demás, a fin de que en diálogo fraterno asumamos mejor nuestro compromiso apostólico. Que está reunión sea fecunda, se oriente al mayor provecho de nuestros hermanos y sirva para que participamos de un modo más eficaz en la construcción del Reino. María, Madre de la Iglesia, enseñamos a amarla profundamente y a trabajar en ella con fidelidad plena y confianza permanente. AMÉN.
Dios te salve, María...
Maria, sede de la sabiduría.. .
Ruega por nosotros...
*Empecemos compartiendo un cuento, quizá conocido para algunos, pero muy útil para este tiempo...
Un joven soñó que se había extraviado por los campos del Señor. Andando y andando llegó a las puertas del mismísimo paraíso. ¡El susto que se pegó cuando lo atendió el mismísimo San Pedro y lo dejó entrar por una puerta del costado! ¡Quedó atónito frente a lo que observaba!
Justo había ingresado en una gran tienda que contenía lo mejor del ser humano. Los mejores dones estaban a disposición de quienes transitaban por ahí: la paz, la alegría, la felicidad, la honestidad, la fraternidad, el amor entre nosotros.
Detrás del mostrador se encontraba un amable ángel.
Joven: ¿Qué venden aquí?
Ángel: Todo lo que tu corazón desee.
Joven: ¿Cobras muy caro?
Ángel: No, los dones de Dios siempre son gratuitos.
Sin atreverse casi a creer lo que estaba oyendo, el joven se decidió a pedir lo mejor que un ser humano podría desear.
Joven: Deseo que haya paz, perdón, amor, felicidad, sabiduría y ausencia de todo temor.
Y luego, tras un instante de vacilación añadió:
Joven: Todo esto no lo quiero solo para mí, sino para todo el mundo. Quiero que desaparezca el hambre del mundo, que terminen las guerras, quiero más justicia, tolerancia y generosidad hacia los más desprotegidos, más amor en las familias, trabajo para todos los desempleados, y más unión en la Iglesia.
Y así continuó con un largo listado. Mucho se sorprendió el joven cuando observó que el ángel, de todo lo que le había pedido, le había hecho un solo paquete, tan pequeño como el tamaño de su corazón.
Joven: ¿Será posible? ¿Esto es todo?
Y el ángel pacientemente le explicó:
Ángel: ¡Dios nunca da frutos maduros! Él solo da pequeños semillas que cada uno debe cultivar.
*A modo de reflexión...
¿Cómo viene esa cuarentena?
¿Se te está haciendo larga?
¿Los días te pasan rápido o lento?
¿Te aburrís?
¿Querés salir y juntarte con amigos?
Capaz hasta no sepas que día es hoy.
Toda nuestra rutina por un tiempo se paró, justo estando en Cuaresma. Pero qué bien nos viene este tiempo para nosotros, para tratar de disfrutar el estar en casa, en compartir con nuestras familias aunque capaz por momentos se vuelva difícil. Por eso quiero preguntarte:
¿Cómo estás hoy? No contestes “bien“, “mal“, “tranqui“. Te pregunto de nuevo, ¿Cómo estás hoy? ¡Andá un poquito más adentro tuyo, animate! ¿Cómo está tu corazón?
Les proponemos que hagamos este trabajito. Leé esta lista...
Admitiendo – Agradecido – Amando – Asustado – Ayudando – Bailando – Buscando – Boludeando – Compartiendo – Corriendo – Deseando – Diciendo – Despertando – Encontrando – Estudiando – Eligiendo – Escuchando – Extrañando – Feliz – Haciendo – Hablando – Llorando – Llamando – Observando – Interiorizando – Intentando – Preocupado – Puteando – Perdonando – Rezando – Riendo – Replanteando – Temiendo – Tranquilo – Silencioso – Solo – Viviendo – Valorando – Soñando
Tomense un rato y escriban en la hoja (esa que dijimos al principio) cuáles son y si querés desarrollá por qué los elegiste. (Podés usar otros también).
A veces, está bueno parar por un rato para ver cómo estamos de verdad. Tratando de ir un poco más profundo, saliendo de nuestras comodidades. Encima ahora, algo que nos sobra es tiempo. ¡Qué mejor momento que esta Cuaresma en cuarentena para hacer introspección! En la Cuaresma buscamos preparar nuestros corazones para la Resurrección. Es un tiempo de reflexión, de perdón, de reconciliación. Es el momento para trabajar esas cositas que nos cuestan, que nos incomodan. Jesús nos invita a aprovechar este tiempo para conocernos más.
*Por eso ya habiendo pensado cómo estoy hoy, te propongo que pienses:
¿Cuáles son estas pequeñas semillas que querés que Dios te regale? ¿Cuáles son esos dones que querés o te gustaría trabajar en esta Cuaresma?
Anotalos en la hoja.
Dios nos regala estas semillas con mucho amor, sabiendo que nosotros podemos cultivarlas y hacerlas madurar. Aunque nos cueste, se nos haga difícil o no sepamos cómo.
Te invito a que en este tiempo que estamos pasando en casa, con nuestras rutinas frenadas, busques cultivar estas semillas para que en esta Semana Santa den fruto. Y no nos olvidemos, nosotros los jóvenes, que tenemos muchos dones que Dios nos regaló con mucho amor para compartir y explotar con las personas que nos rodean. Aprovechemos este momento.
*Hasta acá llega está Cuaresma... Mañana empezamos a transitar la semana mayor para los cristianos... Proponete vivir una Semana Santa diferente... Aprovechá todos los medios digitales para rezar, para vivir las celebraciones liturgicas, hasta para hacer un pequeño retiro espiritual personal.
Los delegados vamos a estar pasando información de las distintas opciones en los grupos de Whatsapp, pero no duden en preguntar, en pedir recomendaciones, en generar ustedes nuevas propuestas para rezar juntos...
Que sea una Semana Santa diferente y llena de Dios!
*Oración de cierre
Señor Jesús, antes de separarnos que remos agradecerte por haber estado en nuestra compañía. Te rogamos permanezca con tu gracia y caridad en cada uno de nosotros. Para que tu presencia nos estimule a irradiar el mensaje de Salvación y para que el Espíritu Santo nos impulse a cumplir fielmente nuestras resoluciones. AMÉN
Dios te salve, María...
Roguemos por nuestro Padre, el Papa Francisco, por nuestro Obispo Rubén y por nuestros Asesores, Marcelo y Agustín.
Que el Señor los guíe y fortalezca en el desempeño fiel de su ministerio.
Alabado sea Jesucristo!
Por siempre sea alabado!
Dios nunca da frutos maduros! Él solo da pequeños semillas que cada uno debe cultivar.
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